El Hyundai Kona es la apuesta con la que la marca surcoreana mueve ficha sobre el segmento B-SUV, un auténtico hervidero de novedades estos últimos años. Levantado sobre una evolución de la plataforma del Kia Rio –diferente a la del Stonic-, el modelo llega para ofrecer a sus clientes una opción compacta, urbanita y juvenil. Para ello, resulta crucial un diseño exterior completamente diferenciado de la competencia, pero también único dentro de una gama crossover de Hyundai que lidera el superventas Tucson.
Con el diseño del Hyundai Kona estamos ante uno de esos casos en los que no valen las medias tintas: o te encanta o lo aborreces. Sin llegar a ser tan arriesgado ni extravagante como lo fueron en su día otros como el Juke, Hyundai ha apostado con fuerza por una línea estética que rebosa atrevimiento y personalidad.
Empezando por el frontal, donde la generosa parrilla acapara gran parte del protagonismo y sirve de sustento a la matrícula y a un logo de la marca que flota sobre ella. El equipo de diseño no ha escatimado en molduras protectoras, una de las ‘obligaciones’ estéticas del segmento, pero también se ha dejado llevar por la originalidad con unos grupos ópticos que llegan, también atrás, divididos en dos secciones. Los faros, en función de la versión, podrán ser bien halógenos o LED.
Aprovechamos nuestro repaso al perfil para constatar la presencia de otro ‘clásico crossover’, los pasos de rueda bien marcados, y aclararte al tiempo que estamos ante un coche de dimensiones compactas con 4,18 metros de largo, misma medida que prácticamente clava el Renault Captur. Detrás, la propuesta es menos arriesgada y destacan elementos como el paragolpes prominente o un spoiler trasero comedido en cuanto a tamaño y estético en cuanto a resultado.
Mientras, de puertas para afuera, las posibilidades de personalización hacen del nuevo Hyundai Kona un coche potencialmente muy alegre y colorido, con una paleta de 10 tonalidades y opciones bitono, al acceder al habitáculo la cosa cambia. En el interior predominan los negros y grises, reduciendo el contraste en color a pequeñas molduras bordeando las salidas de aire, el cambio o el botón de arranque. Desde mi punto de vista, hay un claro contraste entre el atrevimiento exterior y lo que nos encontramos dentro, una propuesta mucho más conservadora y sobria que, por otra parte, sigue la estela de otros modelos de la marca como el i30.
Igualmente, podremos escoger entre varios tipos de tapicería, aunque en todo caso la atención terminará por centrarse en la reina de la casa, una pantalla táctil que corona el salpicadero y que alcanza las 8” a partir del acabado Tecno. Alojada entre las esferas de instrumentación podemos encontrarnos también con un ordenador de viaje proyectado sobre pantalla TFT de 4,2”.
Ninguna pega se puede poner a nivel de ajustes, aunque sí cabe resaltar que los plásticos duros tienen exceso de protagonismo en el salpicadero. Una pena, especialmente, que el espacio reservado para nuestros codos en la puerta tampoco se haya decidido suavizar con algún tipo de acolchado.
Sin duda, la apuesta interior de Hyundai para el Kona se ha centrado en ofrecer un equipamiento a la altura de muy pocos de sus rivales. Por ejemplo, no es nada habitual en el segmento encontrarnos con la posibilidad de equipar comodidades para los asientos delanteros como el reglaje electrónico, la ventilación o calefacción, ni tampoco soluciones tecnológicas como el Head-Up Display.
También considero remarcable el trabajo realizado por Hyundai a la hora de aprovechar el espacio interior, logrando cotas más que decentes que le hace tomar la delantera en materia de habitabilidad con respecto a gran parte de su competencia. Incluso en las plazas traseras, la más que decente anchura y la holgada altura permitirán a cinco adultos realizar pequeños viajes sin mucha molestia.
Los 361 litros de maletero le dejan, en cambio, por detrás de rivales directos como el Captur (377 l.) o el Arona (400 l.), un volumen igualmente a valorar teniendo en cuenta su tamaño. Además, al abatir los asientos traseros nos encontramos con una superficie prácticamente del todo plana y muy aprovechable, con 1.143 litros de capacidad.
De primeras, habrá a quienes un motor tres cilindros de un litro de cubicaje y 120 CV les deje fríos. No es nuestro caso de antemano, pues estamos acostumbrados desde hace tiempo a ver tricilíndricos cada vez más refinados e interesantes en todas las marcas. Y lo cierto es que el 1.0 T-GDi que Hyundai ha pensado para dar acceso a la gama mecánica del Kona nos ha parecido una opción equilibrada y sensata.
Empezando por su eficiencia, pues aunque –como todos- se va más allá de los 5,2 litros a los cien que homologa su ficha técnica, sí podemos contar con un consumo de entorno a los 6,5 litros para un uso mixto, lo que nos parece bastante razonable teniendo en cuenta carrocería y nivel de potencia.
Asimismo, los 120 CV entregados a 6.000 rpm con un par motor de 1.720 Nm entre las 1.500 y las 4.000 vueltas dan mucho de sí en lo que a prestaciones se refiere. Empuja con verdadera decisión y, aunque el sonido –sin llegar a ser molesto- no es la mejor melodía del mundo, estamos ante un motor totalmente capaz de mover con solvencia los poco más de 1.300 kilogramos que declara el coche en báscula. A nuestro juicio, un motor equilibrado y enérgico que debería resultar más que suficiente para la inmensa mayoría de los usuarios. En nuestro caso, llegaba asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades que, aunque peca quizá de desarrollos un poco largos, ofrece un muy buen tacto y un encaje natural de las diferentes velocidades.
En marcha, estamos ante un coche que transmite unas sensaciones más próximas a las de un compacto que a un urbano, aunque sus medidas bailen entre los dos segmentos. De reacciones nobles, la configuración de las suspensiones se acerca mucho al ansiado punto de equilibrio entre confort y dinamismo, siendo en líneas generales menos contundentes en cuanto a agarre y firmeza –y más cómodas- con respecto a la apuesta de Kia con el Stonic. El tacto de la dirección y la calidad de rodadura son dos de los puntos fuertes también de un Kona que ofrece una grata experiencia dinámica, por encima de la mayoría de sus rivales.
Para los más exigentes, Hyundai reserva sus unidades propulsadas por el 1.6 T-GDI (177 CV). Solo los que se decanten por este motor contarán con tracción inteligente a las cuatro ruedas, la caja de cambios automática 7DCT y la posibilidad de escoger entre los modos de conducción Eco, Confort y Sport.
DESTACABLE
Diseño exterior
Equipamiento
Equilibrio motor
Habitabilidad
MEJORABLE
Gama motores algo corta
Diseño y materiales interior
BALANCE | VALORACIÓN |
Respuesta motor | 9,0 |
Cambio | 7,0 |
Maniobrabilidad urbana | 7,5 |
Comportamiento en carretera | 8,0 |
Estabilidad en curva | 7,0 |
Confort | 8,0 |
Frenos | 7,0 |
Habitabilidad | 9,0 |
Maletero | 6,5 |
Equipamiento | 8,5 |
Nota media: | 7,8 |
MOTOR
Disposición mecánica y nº de cilindros:Transversal delantero, 3 cilindros en línea
Combustible:gasolina
Cilindrada:998 cm3
Alimentación:Inyección directa. Turbo
Potencia:120 CV a 6.000 rpm
Par máximo:1720 Nm entre 1.500-4.000 rpm
TRANSMISIÓN
Tracción: Delantera
Caja de cambios: Manual 6 velocidades
BASTIDOR
Suspensión delantera:Tipo McPherson
Estabilizadora delantera:Si
Suspensión trasera:Rueda tirada con elemento torsional
Estabilizadora trasera:No
Neumáticos:205/60 R16
Frenos delanteros:Discos ventilados
Frenos traseros:Discos
Capacidad depósito de combustible:50 litros
Peso en orden de marcha: 1.308 kg
CARROCERÍA
Longitud / Anchura / Altura: 4.16 / 1.80 / 1.55 m
Distancia entre ejes: 2.600 mm
Maletero: 361 litros
Nº plazas: 5
RENDIMIENTOS OFICIALES
Aceleración 0-100 km/h:12,0 seg.
Velocidad máxima:181 km/h
CONSUMOS OFICIALES
Extraurbano:4,7 l/ 100 km
Urbano:6,0 l/ 100 km
Mixto:5,2 l/ 100 km
Emisiones CO2: 117 g/km